La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. Se denomina también "historia" al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, "historia", en el lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras; sea su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de debate.
En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética.
A su vez, llamamos "historia" al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una "historia natural" en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales -las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de la paleo antropología-, y que se pretende actualizar como "gran historia" o "historia profunda").
ETIMOLOGÍA
La palabra historia deriva del griego ἱστορία (léase historia,
traducible por "investigación" o "información", conocimiento adquirido
por investigación), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"). De allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria (como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio, 1260-1284) y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.
La etimología remota procede del indoeuropeo (de la raíz "saber, ver" -construcción hipotética-) presente en la palabras latinas idea o visión, en las germánicas wit, wise o wisdom, la sánscrita veda, y las eslavas videti o vedati, y en otras lenguas de la familia indoeuropea.
HISTORIA ACADÉMICA
El registro de anales y crónicas fue en muchas civilizaciones un oficio ligado a un cargo institucional público, controlado por el estado. Sima Qian (denominado padre de la Historia en la cultura china) inauguró en esa civilización los registros históricos oficiales burocratizados (siglo II a. C.). La crítica del musulmán Ibn Jaldún (Muqaddima -Prolegómenos a la Historia Universal-, 1377) a la manera tradicional de hacer historia no tuvo consecuencias inmediatas, siendo considerado un precedente de la renovación de la metodología de la historia y de la filosofía de la historia que no se inició hasta el siglo XIX, fruto de la evolución de la historiografía en Europa Occidental. Entre tanto, los cronistas oficiales castellanos y de Indias dieron paso en la España ilustrada del siglo XVIII a la fundación de la Real Academia de la Historia; instituciones similares existen en otros países.
Véanse también: Cronista e
Historiografía.
La docencia de la historia en la
enseñanza obligatoria fue una de las bases de la construcción
nacional desde el siglo XIX, proceso simultáneo a la proliferación
de las cátedras de historia en las universidades (inicialmente en
las facultades de letras o Filosofía y Letras, y con el tiempo, en
facultades propias o de Geografía e Historia -disciplinas cuya
proximidad científica y metodológica es una característica de la
tradición académica francesa y española-) y la creación de todo
tipo de instituciones públicas y privadas (clubes históricos o
sociedades históricas, muy habitualmente medievalistas, respondiendo
al historicismo propio del gusto romántico, empeñado en la búsqueda
de elementos de identificación nacional); así como publicaciones
dedicadas a la historia.